Algo a propósito de los chismes literarios
La terquedad de forzar un canon en nuestros días ha llegado a fusionarse con los esquemas meritocráticos priístas y la lucha por consolidar figuras que tomen las curules de la relación entre la intelectualidad y la política. La institucionalización de las letras mexicanas, bajo este régimen, tenderá a favorecer, ya mediante ligas de afinidad estética o nepotista, ya mediante un honesto trabajo de curaduría, a algunos autores sobre otros (promoción, plazas, becas, ferias de libros o antologías) con una muy variable preocupación real por la cultura o la calidad. Si nuestra labor artística es promovida, logremos regocijarnos por las obras que salgan avantes y nos representen bien; obras que, con apoyos o sin ellos, lograrán la trascendencia y el gusto lector en la medida de sus cualidades intrínsecas. Ante este sistema es normal la disidencia, la periferia celosa y más bien reafirmadora de la importancia del canon. Trabajar la literatura como ...