SÁÑEZ

POR EL AÑO DE LO INSANO   Una plegaria Oh, María, frágil madre, escúchame, escúchame ahora aunque yo no conozco tus palabras. El rosario negro con su Cristo plateado yace, sin bendecir, en mi mano ya que soy una no creyente. Cada cuenta es dura y redonda entre mis dedos: un pequeño ángel negro. Oh María, concédeme esta gracia, este traspaso, a pesar de que soy fea, sumergida en mi propio pasado y en mi locura propia. Aunque  hay sillas estoy en el suelo. Sólo mis manos están con vida, tocando las cuentas. Palabra tras palabra, me tambaleo. Principiante, siento tu boca tocar la mía. Cuento cuentas como a las olas, martillando encima mío. Me debilito ante su número, enferma, enferma al calor del verano y la ventana sobre mi es la única que me escucha, a mi ser incómodo ella es un enorme receptáculo, un alivio. Dadora de aliento ella murmura, exha

A Paco Si tan sólo supieses Lo que siento por ti, Si tan sólo vivieras por mí Del modo en que yo vivo por ti Yo Estaría en el Paraíso. ...Mis deseos Se realizarían Puesto que todo Lo que jamás he anhelado Eres tú Y únicamente tú Y te amo de tal manera ¡Más de lo que nunca podrías saber! Todo lo que he anhelado Eres tú... (Tú...) Sí fueses sólo mío Para acurrucar Te llovería todo mi amor Hasta ahogarme dentro de tu alma. Ya que yo Vivo y respiro para ti Y realmente ocupo que lo sepas: Que todo Lo que jamás he anhelado Eres tú Y únicamente tú Y te amo de tal manera ¡Más de lo que nunca podrías saber! Todo lo que he anhelado Eres tú... Que cada cosa que hago Es a causa tuya Y tú conformas cada parte de mí Y no quiero enfrentar Ningún día más En soledad Sin tu Amor.................. ..................