POR EL AÑO DE LO INSANO 1965/ ANNE SEXTON


POR EL AÑO DE LO INSANO
 Una plegaria


Oh, María, frágil madre,
escúchame, escúchame ahora
aunque yo no conozco tus palabras.
El rosario negro con su Cristo plateado
yace, sin bendecir, en mi mano
ya que soy una no creyente.

Cada cuenta es dura y redonda entre mis dedos:
un pequeño ángel negro.
Oh María, concédeme esta gracia,
este traspaso,
a pesar de que soy fea,
sumergida en mi propio pasado
y en mi locura propia.

Aunque  hay sillas
estoy en el suelo.
Sólo mis manos están con vida,
tocando las cuentas.
Palabra tras palabra, me tambaleo.
Principiante, siento tu boca tocar la mía.


Cuento cuentas como a las olas,
martillando encima mío.
Me debilito ante su número,
enferma, enferma al calor del verano
y la ventana sobre mi
es la única que me escucha, a mi ser incómodo
ella es un enorme receptáculo, un alivio.
Dadora de aliento
ella murmura,
exhalando su ancho pulmón como un pez enorme.


Más y más cerca
se aproxima la hora de mi muerte
mientras compongo mi rostro, me reincorporo,
me alzo pobremente y toda lacia.
Todo esto es la muerte.
En la mente hay una leve región llamada muerte
y me muevo en ella como
a través del agua.
Mi cuerpo es inservible.
Yace, enroscado como un perro en la alfombra.
Se ha rendido.


No hay palabras aquí excepto las medio aprendidas,
el Salve María y el llena eres de gracia.
Ahora mismo he cruzado al año sin palabras.
Noto la rara entrada y el exacto voltaje.
Sin que haya palabras existen.
Sin que haya palabras una puede asir el pan
y el pan le puede ser dado
sin hacer ningún ruido.


Oh, María, doctora tierna,
llega con polvos y hierbas
por que estoy  en el centro.
Es muy chico y el aire es gris
como en un sauna.

Se me proporciona el vino como se le sirve leche a un niño.
Se me presenta en un vaso
de copa redonda y bordes delgados.
El mismo vino lucía percudido, diluido y reacio.
El vaso se eleva por sí solo hacia mi boca
y me doy cuenta y lo comprendo
únicamente porque ha pasado.
Tengo un miedo de toser
pero no lo digo,
un miedo  de lluvia, un miedo al montaraz
que viene galopando  hacia mi boca.


El vaso se ladea solo
y yo estoy en llamas.
Veo dos hilos delgados que escurren quemando mi mentón.
Me veo a mí misma como uno vería a otra persona.
Me han partido en dos.


Oh, María, abre los párpados,
Me encuentro bajo el dominio del silencio,
reino de los locos y de los durmientes.

Hay sangre aquí
y yo la he ingerido.
Oh, madre de la matriz,
¿es que vine por sangre y nada más?

Oh, pequeña madre,
estoy adentro de mi propia mente.           
Estoy encerrada en la casa equivocada.


"FOR THE YEAR OF THE INSANE"
ANNE SEXTON
TRAD.: Rulo

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