ESTE PAÍS CULTURA: Respirar era llorar (cuento)
Respirar era llorar No importa si hace frío, dijo la madre de Rogelio. El pequeño corrió hacia los demás, que ya se iban. Dentro de los vestidores los niños eran como hermanos. Ninguno de esos niños era su hermano ni sabía Rogelio lo que era tener uno pero, viéndolos desde el rincón, sí parecían todos hermanos. Cuando se estaba cambiando pensó que el traje de baño no era ropa. El entrenador lo apresuró. Sus pasos eran ruidosos, dolían cuando las chanclas se le adelantaban. Rogelio escuchó un silbato y la voz enojada a lo lejos. Llegó a la alberca. Se imaginó que estaba llena de agua aunque solo veía un hoyo sin fin. En las gradas había muchas personas. La gente le gritaba a los hermanos y con los gritos eran más. Rogelio iba sin ropa. Toda esa era una familia y el entrenador era su padre. El niño se quitó las chanclas y se asomó al hoyo frío. Escuchó al entrenador gritarle en la espalda con su mano. Oyó el agua del abismo como un portazo en las orejas. Pudo mirar su...