Os Bêmgatos No sabía que fueran infelices, mis padres. Al menos no a tal punto. Bueno, sí sabía. Pero era joven y, claro, estaba lo de los hermosos en su punto más álgido… Una variación genética en una familia del centro de Brasil hizo a esta gente violentamente hermosa. Septillizos. Evidentemente salieron modelos de ahí. Se esparcieron por el globo. Su belleza dolía. Una mitad del mundo los odiaba y la otra los idolatraba. En realidad… Bueno, al menos yo, en ese momento, creo haber sentido ambas cosas. Los hombres de esa familia eran demasiado atractivos. Acomplejaban. Mis amigos decían cosas como que estaban operados, que esos cuerpos eran puros anabólicos, etc. Por dentro todos sabíamos que no se ejercitaban nada. Así eran. Las mujeres daban muestras más extremas de admiración o animadversión hacia las chicas de la familia que eran tremendas sabrosas. Ya se imaginarán. Por si fuera poco, eran inteligentes, muchísimo. Eran simpáticos. Eran irresistibl...