Hoy no pretendo regalar flores de tinta a mis amigas. Las abrazo mas en una misma lucha. No faltan los gritos en contra: ¿por qué no hay un día del hombre, de los heterosexuales, de los blancos, de los ricos? Porque no los matan por ser lo que son. Porque no los humillan, no los violan con impunidad. Porque el mundo y las oportunidades, la ley, los ha favorecido sobre el resto del mundo por centenares de años. Porque su día, en fin, es la historia de la humanidad. Porque la mujer, siendo mayoría, sigue en estado de sometimiento y vulnerabilidad por esa parte del mundo que, ante la posibilidad de perder el privilegio, tergiversa las luchas sociales. Un mundo donde todos tengan la misma calidad de salud, de economía, de oportunidades y de expresión los aterra. Un mundo donde las mujeres tengan el merecido lugar significa para ellos un mundo donde ya no tienen la mitad resuelta; un mundo donde las oportunidades ...